Asisto cada día a ese ejercicio perenne que se ha instalado en muchos rincones de la sociedad, por el cual hay que ser positivo ante la vida. Y yo me digo, ¿hay que ser positivo!? ¿debemos ser siempre positivos? ¿es positivo ser siempre positivo? Pues yo creo que no es del todo bueno, y además creo que genera individuos estúpidamente positivos y la instalación del buenismo en los estamentos, con una incipiente y enorme falta de autocrítica en la evaluación de las situaciones.
Pero pongámonos en situación, e imaginamos ese entorno de trabajo con ese jefe que siempre que le dices que algo no va bien y que hay que hacer algo, te dice que eres un cenizo y un agorero. Ese que piensa que todo es de color de rosa, o al menos que actúa como si todo fuese así, porque tiene que justificar hacia arriba, hacia sus superiores que todo va de maravilla y que no hay ningún problema. Pero pensareis … ¿y por qué no puede decir que algo va mal y ser honesto? Pues es bien sencillo, porque a su vez su jefe hace lo mismo, en una cadena infinita hasta la cima, donde hay un máximo jefe que quiere que todo sea perfecto y no admite ninguna imperfección. Muchas veces eso incluso viene motivado por una cultura empresarial que pone a los directores en puestos durante unos 3-4 años donde deben cumplir objetivos para seguir sus carreras en puestos similares rotando, por lo que obviamente todo debe ser perfecto si quieren acceder a lo más alto.
Pero ¿qué hay detrás de ese positivismo? Bien, digamos que ser positivo intrínsecamente es positivo en múltiples ocasiones, más que nada porque nos obliga a ponernos en un plano de resolución del problema y en una actitud de generación de respuestas. No obstante, podemos caer en la trampa que el hecho de ser positivo en nuestra actitud derive en un intento de resultado positivo de nuestras acciones, con una tendencia maligna a dar resultados positivos aunque los datos claramente nos indiquen que todo va mal o al menos no tan bien. Ese positivismo es un positivismo aberrante y enfermizo.
Yo abogaría más por un positivismo objetivo o positivismo realista, que abordara los problemas de una forma positiva en cuanto a actitud ante ellos pero realista en cuanto a los posibles resultados de los análisis y resoluciones. Creo que desde ese plano, las soluciones parecen más honestas y la actitud positiva se alinea completamente con la realidad de los acontecimientos.
¿De qué sirve fomentar un positivismo falso e inobjetivo que sólo buscaría maquillar la realidad? ¿A quien puede interesar algo así, salvo que sus objetivos sean espúreos y taimados, con el fin de engañar y falsear la realidad? La respuesta a estas preguntas posiblemente las conocemos todos, y todos hemos visto y conocido a trepas y a mangantes que han utilizado semejantes tretas para encumbrarse en sus vidas. Lo que ocurre es que normalmente eso les dura poco, ya que casi todo el mundo termina advirtiendo ese tipo de conductas discordantes entre la realidad y ese falso resultado positivado. Así que, si veis ese positivismo estúpido y enfermizo que empieza a avanzar ante ti, comienza a pensar que hay quien quiere maquillar la realidad a base de negar cualquier negatividad en los acontecimientos.
¿Entonces positivismo? Por supuesto que sí. Siempre positivos. Pero sin olvidar tener un positivismo realista y objetivo no ese positivismo enfermizo de cara simpática y sonrisa forzada.